En los últimos días se ha hablado y escrito mucho acerca de la recuperación de la memoria histórica y todo ello por la conmemoración del 75 aniversario de la proclamación de la II Republica. Y ha sido por este motivo que se han sucedido diversos actos en los que la citada conmemoración ha sido el eje principal de reflexión. Una II República que como todos sabemos acabo desgraciadamente con una guerra civil entre españoles. Una II República que apenas duro 5 años y que ha sido rememorada estos días, como paradigma de modernidad, democracia, solidaridad y tolerancia. Y yo me pregunto: ¿si eso en verdad fue así por qué acabó con una guerra civil?.
Los jóvenes, como vanguardia de la sociedad, y concretamente los jóvenes del PP, no podemos dejar pasar esta oportunidad para hacer varias reflexiones que creemos del interés de todos; la mayoría de nosotros nacimos con una Constitución aprobada, con una transición encarrilada y donde palabras como democracia, libertad, tolerancia, igualdad o solidaridad, formaban parte del acervo cultural de todos y cada uno de los españoles. Es por ello que pensando que habíamos alcanzado las mayores cotas de libertad y progreso de la historia de España, nos preguntamos:
- ¿Por qué desde ciertos sectores de la izquierda siguen abriéndose constantemente las heridas que creíamos cicatrizadas?
- ¿Por qué se pretende crear una batalla entre símbolos que en verdad no existe en la sociedad?
- ¿Acaso no nos dimos los españoles una Constitución que superaba todos aquellos viejos fantasmas del pasado?.
Eso creíamos. Una cosa es recordar un periodo en la historia reciente de España, y otra bien distinta es que una serie de nostálgicos de una época, que ni tan san siquiera vivieron, pretendan cambiar el modelo institucional, contemplado en nuestro ordenamiento constitucional.
Tan solo hemos de remitirnos a los hechos. Las reformas estatutarias que se están llevando a cabo en comunidades como Cataluña o Andalucía mas que un simple remendo se han convertido en un autentico cambio de la Constitución encubierto y por tanto del modelo territorial consensuado en 1978. El PSOE debería plantear de forma abierta cuales son sus auténticos objetivos y presentarlos en un programa electoral de forma clara y elocuente, así todos sabríamos el respaldo que el pueblo español, el autentico depositario de la soberanía, le concede. Y es que el PSOE ha hecho gala una vez más de un infantilismo histórico y político al colgar una bandera inconstitucional con la que muchos ciudadanos no nos identificamos, ya puestos también podrían incluir en su próximo programa electoral la proclamación de la III Republica.
¿Porqué el PSOE pretende reabrir viejas heridas para que lo que no nos enfrento en 1975 nos enfrente 30 años después?.
Y es que si pretendemos recuperar la tan citada memoria histórica, hagámoslo en todos sus aspectos. Recordemos por ejemplo que la izquierda española la integran los mismos que tanto contribuyeron al fracaso de la II Republica (PSOE, PC, ERC). Más aun, se da la circunstancia de que los que hoy gobiernan España, formaban el núcleo esencial del Frente Popular que condujo a la II Republica al precipicio. Una II Republica en donde estaban presentes todas y cada una de las libertades de las que gozamos en la Constitución de 1978, o es que alguien puede afirmar que la justicia social, la educación o la igualdad de aquel régimen no pueden compararse con los progresos del Estado del bienestar del que disfrutamos ahora. No permitamos por tanto que la insensata voluntad de expulsar al adversario de la comunidad democrática nos cegue de nuestro objetivo común, y es que al fin y al cabo, la eficacia de un régimen democrático y moderno como el nuestro, depende en el fondo de que los ciudadanos crean que es el mas adecuado para su situación y que haya una esperanza moderada de que las cosas van a ir a mejor.
La solución, desde nuestro punto de vista, sería dejar hablar a la historia, con objetividad, sin apasionamiento ni espíritu revanchista. En cualquier caso, hemos de ser conscientes de que obligar a los nietos de la generación del 36, es decir los jóvenes de hoy en día, a tener que alinearse, en memoria de sus abuelos, con una de aquellas 2 Españas enfrentadas es volver a sembrar odio, resentimiento y confrontación civil. Los jóvenes del PP no podemos permitir que las actuales políticas del gobierno socialista español estén cargadas de resentimiento, rencor y sectarismo ideológico.
Los jóvenes del PP rechazamos los extremismos y reivindicamos el espíritu de la transición. Debemos todos aprender las lecciones de la historia pero neguémonos a repetirla.
miércoles, mayo 17, 2006
DISCURSO HECHO PÚBLICO EN RUEDA DE PRENSA
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