DE CARACTER PREPOTENTE Y MIRADA ALTIVA

Si hay una nota característica que defina la actuación del gobierno municipal de Gandia durante estos algo más de dos años de legislatura es la prepotencia que define su actuación. El conjunto de partidos PSOE-PdG es sólo aparente, en el fondo actúa de facto como una mayoría absoluta, como un bloque monolítico, de similar ideología y mismos intereses, muchos de ellos oscuros y no visibles para la ciudadanía.

Es tal vez, la mayor diferencia con la pasada legislatura. A pesar de ocupar ambas, un periodo francamente lamentable en cuanto a su gestión pública, si por algo se ha caracterizado la entrada en el gobierno de PdG es por haberse visto reducida la calidad democrática de la Institución y por la siempre nefasta ausencia de crítica interna dentro del gobierno.

Pero el tema que hoy me ocupa no es hablar sobre la incipiente lobreguez sobre la que se asienta la gestión pública de nuestro gobierno, sino por una de sus consecuencias; su prepotencia, y más en concreto su altivez en base a las noticias aparecidas al respecto de su actuación en la cuestión de las pruebas de tráfico y su voluntad de que tengan lugar en las instalaciones del Mercado de Abastos de Gandia.

Es un tema que conozco de cerca, y es francamente lamentable la actuación de algunos pseudopoliticos que figuran como concejales de este Ayuntamiento. Para ser maquiavélico (en su acepción de doblez y perfidia), primero hay que ser inteligente o al menos astuto, ambas características no las reúne el citado concejal y por eso luego, pasa lo que pasa.

Pasemos a analizar sucintamente la situación. Pretenden reinstaurar las pruebas prácticas del carnet de conducir en las instalaciones del Mercado de Abastos de Gandia. Mercado de Abastos cuyas instalaciones corresponden, en virtud de concesión administrativa, a los asentadores que son los que poseen el uso y disfrute de las mismas para poder ganarse dignamente la vida. Debido a la mala planificación de unos gestores que son incapaces de encontrar terrenos alternativos para las citadas pruebas, éstos, filtran a un medio de comunicación afín que va a ser en el Mercado de Gandia, y no en otro sitio, donde se van a instalar los terrenos para los exámenes prácticos. Y todo ello, sin contar para nada con los asentadores del Mercado de Gandia, que vuelvo al inicio del párrafo, son los que en base a derecho les corresponde decidir sobre esos terrenos. Increíble, ¿verdad?

Sin haber llegado a ningún tipo de acuerdo, sin contar para nada con la opinión de los asentadores, sin creerse para nada todo aquello del dialogo, la democracia participativa y los derechos de la gente. Y para rematar la jugada, todo adornado con practicas mezquinas, cicateras y chuscas.

Hay un dicho popular que dice “tenemos lo que nos merecemos”. Sinceramente, creo que los asentadores y trabajadores que se dejan el lomo en el Mercado de Gandia no se merecen el trato vejatorio de unos personajes que se dedican a hacer de la política lo más rastrero, ruin y asqueroso en muchos quilómetros a la redonda.